Si, lo que oís (o más bien leéis) mochuelo es niña. Una nena, delgadita y
con la nariz chata. Hacía mucho que no escribía, pero ya estoy en la
semana 19. Como en la Seguridad Social sólo te hacen una ecografía por
trimestre, pedí la vez para un ecografo privado, que hace ecografías en
3D y en 4D. La verdad es que ha sido el dinero mejor invertido de mi
vida. Qué sensación, que impresión....indescriptible. Ver que en esa
pequeña protuberancia que te ha salido en el abdomen se aloja una vida
tan pequeñita, pero tan perfecta, es espectacular y entrañable a partes
iguales. Y poder enseñar las fotos de tu hija a toda la familia, para
que vean su carita meses antes de nacer, no tiene precio. Y la cara que
se les queda, tampoco, que conste. Sabiendo que todo está perfecto y que
mi pequeñaja se desarrolla bien, se disfruta mucho más del embarazo.
Aunque saber el sexo, también conlleva empezar a pensar un nombre, que
aún no me había preocupado de eso, y empezar a comprar alguna cosita que
otra para el nuevo inquilino (digo inquilina), con mesura, claro está.
Ay, que ganas de tener a la mochuela conmigo.